GNOSIS
LA LEY DEL TRES Y EL
RAYO DE LA CREACIÓN
Por: samael aun weor
Es necesario que conozcamos
a fondo la ley del tres.
Es urgente saber cual
es el puesto que ocupamos en este rayo maravilloso de la creación.
El Hijo vino al mundo
para salvarnos y es necesario saber qué es el Padre, qué el Hijo y qué el
Espíritu Santo.
Todas las Trimurtis
sagradas de todas las religiones corresponden a las tres fuerzas primarias del
Universo.
El Padre, el Hijo y
el Espíritu Santo constituyen una trinidad dentro de la Unidad de la Vida.
Isis, Osiris, Horus;
Brahma, Vishnú y Shiva, etc., son las Trimurtis sagradas que representan
siempre las mismas tres fuerzas primarias.
Todos los fenómenos
cósmicos, toda creación, tienen su base en las tres fuerzas primarias.
Los científicos
contemporáneos, reconocen la fuerza y la resistencia, la fuerza positiva y la
fuerza negativa; las células positivas y negativas, es decir, las células
masculinas y femeninas, etc., pero ignoran que sin una tercera fuerza neutra es
imposible todo fenómeno, toda creación.
Es cierto y de toda
verdad que una o dos fuerzas no pueden producir ningún fenómeno pero los
científicos creen que las fuerzas positivas-negativas, pueden producir todos
los fenómenos.
DESCUBRIR LAS TRES
FUERZAS EN ACCIÓN………
Si así mismo nos
estudiamos profundamente, podremos descubrir las tres fuerzas en acción.
La electricidad no
sólo es positiva o negativa, existe la electricidad en su forma neutra.
LA TERCERA FUERZA………
Una o dos fuerzas no
pueden producir jamás ningún fenómeno y cada vez que observamos una detención
en el desarrollo de cualquier cosa, podemos decir con absoluta seguridad que
allí falta la tercera fuerza.
Las tres fuerzas
primarias se separan y se unen nuevamente, se dividen y multiplican
cósmicamente.
En el Absoluto
Inmanifestado, las tres fuerzas primarias constituyen una unidad indivisible y
auto-consciente en forma íntegra.
Durante la
manifestación cósmica las tres fuerzas primarias se separan y se unen y en los
puntos donde las tres concurren, se crean fenómenos, mundos, universos, etc.
Estas tres fuerzas en
el Rayo de la Creación parecen tres voluntades, tres conciencias, tres
unidades.
Cada una de estas
tres fuerzas contienen en sí mismas todas las posibilidades de las tres, empero
en su punto de conjunción, cada una de ellas manifiesta solamente un principio,
el positivo, el negativo, y el neutro.
Es interesantísimo
ver a las tres fuerzas en acción, ellas se separan, se alejan y luego se
reencuentran para formar nuevas trinidades diferentes que originan nuevos
mundos, nuevas creaciones cósmicas.
En el Absoluto las
tres fuerzas son el Logos Único, la variedad dentro de la unidad total, el
Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, constituyendo un Todo Omni-consciente y
Omni-misericordioso.
El Maestro G.,
hablando a sus discípulos sobre la Ley del Tres dijo:
"Imaginemos al
Absoluto como un círculo en el cual hay un número de otros círculos, o sea,
mundos de segundo orden, tomemos uno de estos círculos, designemos al Absoluto
con el número uno porque las tres fuerzas constituyen un todo en Él; designaremos
los pequeños círculos con el número tres porque en un mundo de segundo orden,
las tres fuerzas están divididas.
Las tres fuerzas
divididas en mundos de segundo orden crean, (fabrican), nuevos mundos, mundos
de un tercer orden al juntarse en cada uno de ellos.
Tomemos uno de estos
mundos, los mundos de tercer orden creados, (fabricados), por las tres fuerzas
que ya actúan semi-mecánicamente, dejan de depender de la voluntad única del
Absoluto y pasan a depender de tres leyes mecánicas.
Estos mundos fueron
creados por las tres fuerzas y habiendo sido creados, manifiestan tres fuerzas
nuevas y propias, así tendremos que el número de fuerzas que actúan en los
mundos de un tercer orden, serán seis en total.
En el diagrama se
designa el círculo del tercer orden con el número seis (3+3).
A su vez, estos
mundos crean nuevos mundos, mundos de un cuarto orden; en los mundos de cuarto
orden actúan tres fuerzas del mundo de segundo orden, seis fuerzas de un mundo
de tercer orden y tres fuerzas propias, en total son doce fuerzas.
Tomemos uno de estos
mundos y designémoslo con el número doce (3+6+3).
Como están sujetos a
un mayor número de leyes, estos mundos se encuentran aun más alejados de la
voluntad del Absoluto y son aún más mecánicos.
Los mundos creados
dentro de estos últimos estarán bajo el gobierno de veinticuatro fuerzas
(3+6+12+3).
Los mundos creados
dentro de estos estarán a su vez gobernados por 48 fuerzas y esta suma resulta
de lo siguiente:
Tres fuerzas
resultantes del mundo que sigue inmediatamente al Absoluto, el 6 del siguiente,
12 del que sigue a éste, 24 del que sigue a este otro, y 3 propias
(3+6+12+24+3) o sea las 48 en total.
Los mundos creados
dentro de los mundos 48, estarán bajo el gobierno de 96 fuerzas
(3+6+12+24+48+3).
Los mundos del
siguiente orden estarán bajo el gobierno de 192 fuerzas, y así sucesivamente.
Si analizamos a fondo
estos cálculos matemáticos del Maestro G., debemos comprender que el mundo de
96 leyes es el primer plano sumergido del abismo y que el mundo de 192 leyes
corresponde al segundo plano sumergido del Abismo.
El abismo es el reino
mineral y está situado bajo la superficie de la tierra.
El abismo es el
Tartarus griego, el Avitchi indostaní, el Averno romano, el Infierno cristiano,
etc., etc., etc.
El Abismo tiene siete
regiones atómicas sumergidas, estos son los infiernos atómicos de la
naturaleza.
¿Qué nos permite
saber la ley del tres?
La ley del tres nos
permite saber cuántas leyes gobierna a cada región sumergida del infierno.
Si en el mundo de 48
leyes que es el mundo celular donde vivimos, ya todo es mecánico y ni
remotamente se hace la voluntad del Absoluto. ¿Qué diremos del reino mineral?
En el reino mineral
viven los perdidos, la vida en el reino mineral está muy lejos de la voluntad
del Absoluto.
En el reino mineral
sumergido ni siquiera se recuerda la voluntad del Absoluto.
El Rayo de la
Creación comienza en el Absoluto y termina en el Infierno.
El orden del Rayo de
la Creación es así:
1º ABSOLUTO.
2º TODOS LOS MUNDOS.
3º TODOS LOS SOLES.
4º EL SOL.
5º TODOS LOS
PLANETAS.
6º LA TIERRA.
7º EL INFIERNO.
Lamentamos tener que
disentir con el Maestro G., en la cuestión aquella de la Luna, el Maestro G.,
cree que el Rayo de la Creación comienza en el Absoluto y termina en la luna.
El Maestro G., supone
que la Luna es un fragmento desprendido de la Tierra en un remoto pasado
arcaico.
El Maestro G. cree
que la Luna es un mundo que está naciendo y que se alimenta de la vitalidad
terrestre.
Quienes estuvimos activos
en el pasado día cósmico, sabemos muy bien que la luna fue un mundo como la
tierra, un mundo sometido a muchos procesos evolutivos e involutivos, un mundo
que tuvo vida en abundancia y que ya murió, la luna es un cadáver.
La luna pertenece al
pasado rayo de la creación.
La luna no pertenece
a nuestro actual rayo de la creación.
¿Por qué se llaman
regiones sublunares sumergidas?
La influencia lunar
es de tipo subconsciente sumergido y controla las regiones tenebrosas del
abismo terrestre, por eso a dichas regiones se les llama en esoterismo,
regiones sublunares sumergidas.
Esas son las
tinieblas de afuera donde será el lloro y el rechinar de dientes.
Nosotros vivimos
normalmente en este mundo celular de las 48 leyes y es muy interesante saber
que la célula germinal de la cual deviene por gestación el organismo humano,
tiene 48 cromosomas.
Si en el mundo y en
todos los mundos de tercer orden creados por las tres fuerzas que ya actúan
semi-mecánicamente, no se hace ya la voluntad del Absoluto, mucho menos se hace
tal voluntad en este mundo de 48 leyes en el cual vivimos, nos movemos y
tenemos nuestro Ser.
Un solo consuelo nos
queda (aun cuando en el fondo sea terrorífico), y es que por debajo de
nosotros, bajo la superficie de la tierra existen mundos de 96 y 192 fuerzas y
aun muchos más y que son tremendamente más complicados y terriblemente
materialistas, donde ni siquiera se recuerda que existe la voluntad del
Absoluto.
El Absoluto crea su
plan cósmico en el mundo de las Tres Leyes y después todo continúa
mecánicamente.
Nosotros estamos
separados del Absoluto por las 48 Leyes Mecánicas que nos hacen la vida espantosamente
mecánica y terriblemente aburridora.
SI FABRICAMOS UN
CUEPRO ASTRAL………
Si nos fabricamos un
cuerpo astral verdadero (no se confunda a este con el cuerpo de deseos de que
habla Max Heindel), nos liberamos de la mitad de estas leyes y quedamos
sometidos a las 24 órdenes de Leyes que gobiernan sabiamente el mundo
planetario.
Fabricarse un Cuerpo
Solar, es decir, un Cuerpo Astral auténtico, significa de hecho estar un paso
más cerca del Absoluto.
SI FABRICAMOS UN
CUERPO MENTAL………
Si después de haber
fabricado el Cuerpo Astral, nos damos el lujo de fabricarnos el Cuerpo Mental,
(no se confunda a este con el mental que usan normalmente los vivos y los
muertos que es de tipo lunar-animal) damos otro gran paso rumbo al Absoluto y
quedamos sometidos a las 12 leyes solares.
SI FABRICAMOS UN
CUERPO CAUSAL………
Si nos fabricamos el
Cuerpo de la Voluntad Consciente o Cuerpo Causal, (no se confunda a este con la
esencia anímica depositada dentro de la mente lunar), entonces nos libertamos
de las 12 leyes solares y quedamos sometidos a 6 órdenes de leyes cósmicas,
esto significaría dar un tercer paso hacia el Absoluto.
El cuarto paso nos
lleva al Absoluto mismo, al Protocosmos divino, el cual está gobernado por 3
leyes nada más.
El Protocosmos es
espíritu divino y se halla sumergido en el seno del Absoluto.
Todos los soles y
mundos del Protocosmos están constituidos por la divina sustancia del Espíritu
Divino.
NOSOTROS PODEMOS
SUBIR O BAJAR………
Nosotros podemos
subir o bajar, regresar al Absoluto o descender al Reino Mineral.
Las almas que entran
al reino mineral quedan sometidas primero a 96 órdenes de Leyes, después a 192
y conforme van involucionando en ese reino sumergido se van complicando con
mayor y mayor número de leyes.
Quienes entran al
Abismo mineral involucionan, retroceden, pasando por los reinos animal, vegetal
y mineral.
Cuando los perdidos
llegan al estado mineral, cuando se fosilizan totalmente bajo la superficie de
la tierra, entonces de hecho se desintegran, se reducen a polvo.
EL CRISOL DE
FUNDICIÓN………
El abismo es el
crisol de fundición, es necesario que los tenebrosos se desintegren en el
abismo para que la esencia, el alma, se libere y regrese a su espíritu divino
de donde un día salió.
En el crisol de
fundición las almas petrificadas son fundidas por el proceso cósmico que Ibsen
simbolizó como el fundidor de botones en "Peer Gynt".
Tal fundición de las
formas petrificadas y rígidas que han perdido el poder de desarrollarse, es
claro que lleva en sí mismo espantosos sufrimientos y terribles amarguras
indescriptibles.
El crisol de
fundición tiene por objeto restaurar el producto psíquico defectuoso, volverlo
a su estado natural de pureza primitiva y libertarlo de los cuerpos lunares
después de desintegrar el Yo por medio de la involución sumergida.
En el crisol de
fundición cósmica se reducen a polvo los cuerpos lunares y el ego.
Solo reduciéndose a polvo
el ego y sus cuerpos lunares, puede liberarse del abismo la esencia, el alma,
el principio psíquico.
Un sabio autor decía:
"El descenso al infierno es, por tanto, un viaje hacia atrás en la
involución; un hundimiento en densidad siempre creciente, en oscuridad, rigidez
y en un tedio inconcebible de tiempo; una caída hacia atrás a través de las
edades al caos primitivo, de donde el infinito ascenso hacia el conocimiento de
Dios tiene que comenzar otra vez desde el principio".
El Libro Tibetano de
los Muertos dice refiriéndose al Abismo:
"Al caer ahí,
tendrás que sufrir padecimientos insoportables y donde no hay tiempo cierto de
escapar".
Dante sitúa el
infierno dentro del interior de la tierra y lo considera formado por esferas
concéntricas de densidad creciente, esas esferas son de tipo sublunar.
Cada una de esas
esferas sumergidas está gobernada por abrumadora cantidad de leyes que pueden
empezar por 96, continuar con 192 y multiplicarse sucesivamente de acuerdo con
la Ley del Tres.
Un Maestro hablando
del infierno decía: "Este es el Naraka Hindú situado debajo de la tierra y
debajo de las aguas.
Este es el Aralu
babilónico.
La tierra del no
retorno, la región de la oscuridad, la casa en la que el que entra no sigue
adelante, el camino del que el viajero nunca regresa, la casa cuyos habitantes
nunca ven la luz, la región donde el polvo es su pan y el lodo su alimento.
Este es el Tártarus
griego al que conducía la boca de la tierra donde fluye una cantidad de fuego,
y hay enormes ríos de fuego y muchos ríos de lodo; una caverna en la tierra,
que es la más grande de todas ellas, y además, atraviesa toda la tierra".
"Aquellos
considerados incurables son arrojados por el ángel en el Tártarus y de ahí no
salen más.
Es el Amenti Egipcio
representado en el plano cósmico de la gran pirámide por una cámara pétrea
oscura a cien pies bajo la superficie, cuyo piso se dejó informe y de la cual
un pasadizo final conduce a ninguna parte".
Infierno viene de la
palabra latina "Infernus", y esta palabra significa región inferior.
La región inferior no
es la región celular en que vivimos, la región inferior es el submundo, el
reino mineral sumergido bajo la superficie de la corteza terrestre.
El Infierno es pues,
un submundo con siete regiones dentro de la tierra.
La Litosfera es el
reino de los minerales y la Barisfera es el reino de los metales.
Todos los seres
humanos un poco más tarde, un poco más temprano, se identifican con el reino
mineral por su persistencia en el crimen y terminan por entrar al reino mineral
para correr la suerte de los minerales.
Los procesos
geológicos y el tiempo geológico, son espantosamente lentos y dolorosos.
Raros son los seres
humanos que se resuelven a libertarse de las 48, 24, 12 y 6 leyes para entrar
al absoluto.
La humanidad en su
conjunto prefiere siempre pasar de las 48 leyes a las 96.
Es más fácil entrar
en el mundo de las 96 leyes que libertarse de las 48 y la humanidad prefiere
siempre lo más fácil.
A la humanidad le
encanta tener corazón de pedernal, corazón de piedra, etc., etc.
A la humanidad le
encanta identificarse con el reino mineral y compartir la suerte del mineral.
Todos los infiernos
religiosos son símbolos del reino mineral, los infiernos atómicos de la
naturaleza constituyen el submundo mineral.
Lo normal, lo natural,
es que la humanidad en su casi totalidad entre en el reino mineral.
Lo extraño, lo
revolucionario, es que algunos se auto-realicen y después de libertarse de
todas las leyes entren al absoluto.
Libertarse de las 48
leyes, de las 24, de las 12 y de las 6, significa hacer tremendos
súper-esfuerzos y a la gente no le gustan esos súper-esfuerzos.
La gente quiere
siempre lo más cómodo, lo más fácil y por eso es que casi todos los seres
humanos un poco más tarde o un poco más temprano, dejan de nacer para entrar al
submundo de las 96 leyes.
Sólo por medio de la revolución
de la conciencia podemos libertarnos de las 48 leyes, de las 24, de las 12, y
de las 6, pero a la gente no le gusta la revolución de la conciencia.
Las gentes prefieren
bailar, beber, fornicar, adulterar, emborracharse, conseguir mucho dinero,
etc., etc.
Esto es para las
gentes, más cómodo que la revolución de la conciencia.
La revolución de la
conciencia tiene tres factores que no les gusta a las gentes, 1º Morir; 2º
Nacer; 3º Sacrificio por la humanidad.
A las gentes se les
hace muy difícil esto, raro es aquel que quiere morir, es decir, desintegrar su
querido “yo”.
Raro es aquel que de
verdad se resuelve a efectuar la conexión sexual sin eyaculación del semen con
el propósito de fabricarse el legítimo cuerpo astral, el auténtico mental y el
verdadero causal o cuerpo de la voluntad consciente.
Raro es aquel que
esté resuelto a sacrificarse por la salvación del mundo.
Las gentes prefieren
gozar los placeres de la tierra y entrar luego al Submundo Mineral para correr
la suerte de los minerales; eso es más fácil, más cómodo, más suave.
La revolución de la
conciencia requiere tremendos súper-esfuerzos y a las gentes no les gusta nada
que le incomode.
samael aun weor